jueves, 24 de mayo de 2012

El cuadro de Julio Romero de Torres sobre Carmen Morraya

Aunque algunas voces lo niegan hay pocas dudas de que Julio Romero de Torres pintó un cuadro de Carmen Morraya.  

Fue uno de los nueve cuadros que llevaban el nombre de Carmen y el único que no se conserva.  De esos nueve cuadros, cuatro precisan más el nombre de la modelo: Carmen Casena, Carmen de Córdoba, Carmen de Burgos y Carmen Otero.  Los otros cinco citan solo el nombre de Carmen

Carmen, 1906
Carmen Casena 1911
Carmen, 1915
Carmen de  Córdoba, 1917-1920
Carmen de Burgos, 1917
Carmen, 1919  El referido a Carmen Morraya
Carmen, 1928
Carmen Otero, fecha sin precisar
Carmen y Fuensanta, fecha sin precisar

Sabemos que el cuadro existe porque la misma Carmen Morraya lo citó en un par de ocasiones y aparece referenciado en una colección particular  a mediados del siglo XX, tras lo que se le pierde la pista.   Julio Romero además cita que en 1927 cuando trabajaba en 'Naranjas y limones' lamentaba que la modelo no se llamara Carmen, porque  8 años antes había aprendido que la andaluza de su mejor cuadro tenía que llamarse Carmen. Decía que había conseguido pintar a la Carmen de Córdoba, la Carmen de Sevilla y la Carmen de Cádiz, las cármenes de las tres provincias con más raíces de la mujer andaluza. Y añadía, que dos de ellas eran la misma.  Posiblemente hacía alusión a la duda sobre el lugar de nacimiento de Carmen Morraya.  Quizás por esa duda solo título 'Carmen' a la obra.

Coincide la fecha y otros muchos datos los que cita Carmen Morraya.  Tenía entonces 19 años (un poco mayor para Julio como decía con sorna posteriormente).  Ella misma dice en una de sus famosas frases 'que no quizo hacer de modelo desnuda entre naranjas para no turbar las naranjas'. 

Carmen se vanagloriaba de la huida como modelo pictórico diciendo que si Julio hubiera seguido pintando cuadros suyos lo mismo hubiera acabado en un billete de 100 pesetas y eso le hubiera revuelto el estómago cada vez que llegara uno a sus manos. Jamás hubiera querido figurar en el dinero, cosa a la que odiaba.

Ahondando más en el tema, sin lugar a duda Julio Romero no se refiere al cuadro de Carmen de Burgos, de dos años antes, entre otros motivos porque Carmen de Burgos era una escritora que para nada encajó en el modelo pictórico del autor sobre su ideal de la mujer andaluza.  Y sí lo comparaba con la tercera Carmen, Carmen de Córdoba.


Carmen de Córdoba, otra de las carmenes de Julio Romero


jueves, 10 de mayo de 2012

Acrósticos del Arte Flamenco

Acrósticos del Arte Flamenco es el título de un curioso libro de Félix García Vizcanio, 'Félix de Utrera' como es conocido.  Un libro con 120 páginas y un número similar de poemas acrósticos dedicados a distintas figuras del flamenco. 

Para el que no lo sepa un acróstico se lo explico tal y como indica el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, es un conjunto de versos cuyas iniciales se corresponden con el nombre o frase a la que se quiere aludir.

El libro está editado por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, en 1987.  No resulta fácil de encontrar.  De hecho tuve que acudir a varias librerías de ocasión hasta que al fin conseguir dar con él.
Como digo la lista de acróstico que elabora Félix de Utrera es inmesa: Almería, Andalucía, Antonio Mairena, Camarón de la isla, Conchita Piquer, Enrique Montoya, Granada, Lola Flores, Manolo Sanlucar, Rocío Jurado, Valderrama... más de cien nombre ligados al Arte Flamenco, personas y lugares.

El arte poético que destila el libro es algo desigual, con algunos poemas que tienen fuerza y otros más flojos.  Pero no deja de ser una publicación cuando menos curiosa y una buena forma de ver el inventario de algunos nombres del Flamenco.

El libro lo busqué, claro está, para ver su referencia a Carmen Morraya. No podía faltar y así en la página 36 me encuentro el siguiente poema que copio tal cuál.


CARMEN MORRAYA

C orazón, temperamento
A rte, como no hay más,
R emolino con el viento
M ordiendo la soleá,
E mbelesá con los tientos
N aciste para bailar

M imándote los gitanos
O liendo a canela fina
R eluciendo más que ná
R ebosando alegría
A rrollaste al mundo entero
Y pá colmo de lo humano
A tu baile has dibujao

jueves, 19 de abril de 2012

El arte por el arte

No sabemos si de forma involuntaria, pero Carmen Morraya se convirtió en una referencia para Franciso Estela, pintor español que se había trasladado a Parín huyendo de la dictadura franquista, en sus escritos sobre la independencia del arte. 'El arte por el arte' era la frase que se repetía a menudo en el París de la época.

Uno de los productores de Carmen Morraya le insistía en que se elaborará algún tipo de octavilla o folleto para explicar al público su espectáculo, lo que a Carmen le parecía fuera de lugar.   Le insistía indicando que se encontraba en Francia, con un público que hablaba otro idioma y lejos de su Andalucía natal. Por lo que le parecía conveniente esa octavilla de explicación.

Carmen respondió con una de sus sonadas frases:

Si el público necesita entender lo que hago que vaya a verme al retrete. Seguro que sin mediar palabras y hablen el idioma que hablen, lo van a entender.

Finalmente Carmen se vió obligada a ceder y se elaboró una octavilla 'explicando el espectáculo' como ella repetía con cierto tono irónico.  

La casualidad hizo que Francisco Estela fuera amante de la una de las compañeras de baile de Carmen, por lo que asistió en más de una ocasión al espectáculo. Leyó la octavilla y la olvidó, o por lo menos en parte.

Pero tres meses después Francisco Estela asistía a una exposición de pintura y al leer el programa se encontró con un texto similar, en concreto una frase le llamó la atención:

El artista expresa su sentimiento en un lenguaje universal que resulta a la vez fácil pero sugerente para el público.

Sí, sonaba a frase hecha.  ¿La habría copiado Carmen? La curiosidad le picaba y buscó aquella octavilla entre sus papeles.  Cuando la encontró no reconoció el texto, así que pensó que se había equivocado.   Lo habría confundido con otra lectura y estuvo buscando entre sus papeles para ver si daba con el motivo de su confusión.

Encontró otra octavilla del espectáculo de Carmen (no en vano, gracias a su amante lo había presenciado en varias ocasiones) Y aquí surgió la sorpresa.  La segunda octavilla tenía un texto distinto y esta vez no había duda. Era el prólogo a un libro sobre Picasso que reconoció claramente.  Aparecio la tercera octavilla y esa sí era la que recordaba.  Justo, era el programa de la exposición que acababa de ver. 

Al final, Francisco Estela averiguó lo ocurrido.

Carmen Morraya había puesto como 'explicación de su espectáculo' un texto sobre Picasso.  Cuando se acabó, dio para imprimir otro texto distinto, y así hasta en seis ocasiones.   Estuvo durante meses representando su espectáculo con programas que contenían textos de otras obras de arte.  A veces, los mezclaba y en un mismo espectáculo los espectadores tenían en sus manos textos distintos.

Una de las veces el texto era parte del curso de idiomas que había comprado aprender inglés.  Era el Método Assimil.  Cuando alguien le preguntó que qué era aquello, dijo que era la 'explicación de su espectáculo' (con su tono sarcástico). El productor algo indignado le dijo que era absurdo y ella respondió que estaba representando un baile del absurdo.  El futuro me verá como la inventora del baile del absurdo.

jueves, 5 de abril de 2012

Carmen Morraya y los mandamientos de la bailora

El 9 de diciembre de 1951 Vicente Escudero presentó su Decálogo del baile flamenco.  Fue en el Trascacho, un local de Barcelona.

El Decálogo del baile flamenco o como también es llamado 'Los diez mandamientos del baile masculino flamenco puro' son diez normas que Vicente Escudero estima de obligado cumplimiento para que un baile pueda ser llamado puro.

Son normas, como bien digo, de obligado cumplimiento, sin que este aspecto admita discusión. Vicente Escudero no parece dejar mucho lugar a posibles innovaciones. Un intento claro de distinguir el flamenco flamenco, de otros flamencos menos flamencos con alguien diría.  Se abrió la defensa del purismo.

El decálogo era el siguiente:

I.    Bailar en hombre.
II.   Sobriedad.
III.  Girar la muñeca de dentro a fuera, con los dedos  juntos
IV.   Las caderas quietas.
V.    Bailar asentao y pastueño.
VI.   Armonía de pies, brazos y cabeza.
VII.  Estética y plástica sin mistificaciones.
VIII. Estilo y Acento.
IX.    Bailar con indumentaria tradicional.
X.      Lograr variedad de sonidos con el corazón, sin chapas en los zapatos, sin escenarios postizos y sin otros accesorios.

Y claro, la pregunta, que estaba en el aire mientras se hacía la presentación, acabó por caer.  Creo que fue Pepe de Córdoba quien la hizo:

¿Y para cuando el decálogo para bailaoras?  

Vicente Escudero respondió que habría que esperar a que Carmen Morraya estuviera muerta o jubilada porque si no se ocuparía de romperlo aunque solo fuera por llevar la razón.

Y la respuesta de Carmen no tardaría en llegar algunos días después:

El decálogo del baile flamenco no sirve. Es un intento de que los bailaores disimulen que son maricones. Nada más.



miércoles, 28 de marzo de 2012

La sexualidad de Carmen Morraya

Sin ánimo de entrar en comentarios morbosos y que nada tienen que ver con el contenido de este blog, trato aquí un tema que resulta ilustrativo de la personalidad de Carmen Morraya.  Su sexualidad.  Y digo que es ilustrativo por el resultado que obtenemos tras consultar la abundante bibliografía sobre Carmen.  

La inmesa mayoría de autores ignoran el tema.  Algo totalmente razonable puesto que hablan de flamenco y solo hablan de flamenco.  Lo desconcertante es lo que ocurre con los pocos que hablan. Para uno Carmen es asexuada, posiblemente virgen. Para otro se acostó con toda la plana mayor del flamenco viril y algo del femenino. Y hay quien duda pero piensa que era una lesbiana reprimida.  

Las dudas sobre la orientación sexual provienen quizás de forma equívoca de su gusto por la guitarra.  Abundan las muestras de encuentros con ella como única mujer entre multitud de guitarristas todos varones.

Las dos versiones sobre la vida sexual de Carmen Morraya vienen principalmente de José Blas Vega (que la considera virginal) y Julio Denis (que apuesta por su sexualidad incontenida).

Curiosa la forma en que Julio desacredita la opinión de José Blas.  Opina que era pretendiente de Carmen, pero esta le daba calabazas y no quería admitir que se acostaba con otras.

Del caracter abierto en la sexualidad hablan las muchas fotos que se conservan de desnudos de ella.  Aunque ciertamente para nada de tipo sexual.  Más bien parece ajena al pudor, incluso asexuada.   En aquella época en la que el desnudo no era objeto del morbo actual al que han llegado los medios resultaba más una provocación social.  Hay otro episodio algo confuso relacionado con el tema.  Según parece ser en 'La bruja', un espectáculo que Carmen ideó para su gira por Francia, se incluía en ocasiones un desnudo integral que acompañaba con un baile final.  Así lo indica alguna reseña del espectáculo. Este hecho es negado rotundamente por José Blas, quien califica de metafórico el desnudo al que aluden las reseñas. Ciertamente hubo muchas representaciones en las que no existió ningún desnudo, pero queda la incógnita de su inclusión en ocasiones.

jueves, 22 de marzo de 2012

Homenaje a una joven bruja

Tal es el nombre con el que Julio Cortázar (1914-1984) celebra en su obra Territorios a Carmen Morraya: Homenaje a una joven bruja.

El texto fue escrito tras asistir en París a su espectáculo 'La sorcière' (la bruja, en castellano) en el año 1975. Carmen estuvo varios meses en París con 4 representaciones semanales de 'La bruja'.

Territorios es un especial libro dentro de la especial producción literaria de Julio Cortázar.  Está publicado por Siglo XXI editores. La primera edición, que es la que manejo a la hora de escribir este texto es de 1978.  Con un formato apaisado y abundantes fotografias, recoje 17 capítulos a cual más atípico con la mirada de Julio sobre 17 temas.  Vienen precedido de una especie de prólogo titulado 'Explicaciones más bien confusas'.  Título que encaja muy bien con el contenido del libro y que además el autor reconoce inspirado en la conocida frase de Carmen: 'No hago fusión, hago confusión'.

El capítulo dedicado a Carmen es el segundo y comienza así:
A lo mejor la culpa de todo esto la tiene Heinz von Cramer, de alguna manera hay que apresar el erizo del ovillo y tirar de la punta, ir volviendo hebra lineal su esfericidad enconada aunque el erizo se obstine en defender una redonda oscura inocencia con el alfiletero de sus pinchos, aunque el ovillo, erizo de cajones y armarios, haga lo imposible contra eselento desentrañar que lo convierte poco a poco en cierre de paquetes, en tanta triste atadura doméstica y postal.

Carmen diría tras leerlo que Julio confundía más que ella.  Debió decirlo con cariño, porque cuando año después le preguntaron que personaje de ficción le hubiera gustado ser, eligió La Maga, la protagonista de Rayuela.

'La sorcière' fue un espectáculo ideado por Carmen con la ayuda de José el Cabrero para su gira por Francia.  En España no era asumible.  Ella revindicaba su papel de bruja, heredera de aquellas brujas que sobrevivieron a la Edad Media. Es posiblemente uno de los trabajos más comprometidos de Carmen, un intento de hacer ver que el flamenco no era tan neutro como se lo presentaba.  La dictura franquista quizo hacer del flamenco un abanderado de la España de pandereta y aunque la mayoría de artistas fueron ajeno a cualquier afirmación o negación de ello, algunos como Carmen chirriaban con esa imagen torpe.

jueves, 15 de marzo de 2012

Dónde nació Carmen Morraya

''Yo era demasiado pequeña para saberlo.
Mi madre estaba demasiado ocupada para prestar atención al sitio dónde se encontraba.
Y mi padre estaba demasiado borracho para recordarlo años después''

(Carmen Morraya, entrevista de Javier Sánchez, febrero de 1975)

Resulta extraño que entre las dos opciones que se manejan no sepamos dónde nació verdaderamente Carmen Morraya.  Unos dicen que en Cádiz, otros que en el barrio de Triana de Sevilla.  Eso sí, todos coinciden en que no pudo ser en otro sitio por su alma flamenca.

No ha sido posible localizar la partida de nacimiento ni en un sitio ni en otro, aunque la fecha parece exacta: 1900. El año en el que moría el siglo XIX nació Carmen.

La duda del lugar de nacimiento ha provocado algunas controversias al respecto.  Como la de Juan Montoya que piensa que lo mismo hubo dos Carmen Morraya, una en Sevilla y otra en Cádiz.  Y apunta que con el tiempo, la duda aumentará y no sepamos si fue una, dos o ninguna.